Para hacer una foto de familia se necesitan varias generaciones. Es decir, una distribución humana en la foto en la que el espectador perciba una distribución definida y efectiva de la fragilidad o la dureza, la fuerza o la debilidad, la fortuna o la mala suerte.
La habilidad –o técnica (¿)– de Txema Salvans consiste en eliminar este trabajo de tiempo y violencia. Sus fotografías dibujan instantáneamente grupos familiares, fieles a la realidad pero de posibilidad inexistente. Sus fotografías de grupos diversos de personas de todo el mapa de España –a veces grupos que no son familias; a veces grupos de personas que ni siquiera se conocen– son en esencia fotografías de familia. Sus fotografías son de familias –y que sólo se han reunido para una foto–. En una foto de Txema Salvans siempre se puede ver, por ejemplo, quién va a tener más problemas. O quién ha muerto.
Con este libro de fotografías –con texto del periodista Guillem Martínez– se invita al lector a adentrarse en la lógica familiar de familias que, quizá, nunca han existido.
Guillem Martinez